6 ideas prácticas para las clases en familia

Al enseñar a tus hijos inglés, les harás un regalo que les servirá para toda la vida. Y es mejor empezar a hablar en inglés con tus hijos desde una edad temprana.

Nos complace informarle de que enseñar inglés a los niños desde la comodidad de su casa nunca ha sido tan fácil. Encontrará toda una serie de recursos educativos en línea especialmente diseñados para niños y toda una serie de métodos fáciles y eficaces para enseñar inglés a las familias.

Hemos reunido seis de las formas más divertidas y eficaces de academia de inglés Helen Doron Almería para que hables en inglés con tus hijos:

1. Utiliza los recursos en línea

La mejor manera de enseñar inglés a los niños es hacer que el aprendizaje sea divertido e interesante. Así ni siquiera se darán cuenta de que estás intentando enseñarles un nuevo idioma. Aquí tienes una lista de recursos de aprendizaje de inglés en línea que no querrás perderte. Utilizan dibujos animados, canciones y cuentos.

Los juegos de vocabulario incluyen juegos de parejas, narración interactiva, rompecabezas de palabras y mucho más. Los juegos están protagonizados por personajes con los que tu hijo puede estar familiarizado, como los del mundialmente famoso programa de televisión Barrio Sésamo. Es una actividad divertida que mantendrá a su hijo comprometido y motivado. Las nuevas palabras se les clavan en la cabeza.

2. Hacer que el inglés forme parte de la rutina familiar

Haz que las clases de inglés formen parte de tu rutina diaria. Dedica tiempo al inglés cuando los niños estén despiertos y se sientan bien para que sea fácil practicarlo. No enseñes inglés a tus hijos cuando tengan hambre o sueño. Llámalo de alguna manera especial, por ejemplo, «Tiempo de Inglés». A los niños les encanta la rutina y la esperan con impaciencia. Durante este tiempo, no hagáis nada más que inglés: leer, jugar, estudiar o simplemente hablar entre vosotros.

2. Incorporar el inglés a la rutina familiar

Haz que las clases de inglés sean una práctica diaria para ti. Dedica tiempo al inglés cuando los niños estén despiertos y se sientan bien para que sea fácil enseñarles. No enseñes inglés a tus hijos cuando tengan hambre o sueño. Llámalo de alguna manera especial, por ejemplo, «Tiempo de Inglés». A los niños les encanta la rutina y la esperan con impaciencia. Durante este tiempo, no hagáis nada más que inglés: leer, jugar, estudiar o simplemente hablar entre vosotros.

No olvides que cuanto más pequeño es el niño, más rápido se distrae y más difícil es mantener su atención. Comienza con actividades de 10 a 15 minutos de duración. A medida que tu hijo crezca, puedes aumentar gradualmente la duración de la actividad.

3. Elija los temas que le interesan a su hijo

Para conseguir que a tu hijo le guste el inglés, utiliza lo que más le interesa en ese momento. Si conoces los intereses de tu hijo, te será fácil elegir juegos, dibujos animados o cuentos que le interesen.

Por ejemplo, si a tu hijo le gustan los perros, leedle Los Cien Dálmatas antes de acostarse o mirad juntos los dibujos animados. Luego, cuando sea la «hora del inglés», aprende las palabras «bark», «puppy» y «paws» y luego intenta utilizarlas juntas en las frases.

Si tu hijo hace cosas que le interesan, se divierte y disfruta mucho más y se aburre menos.

4. Utilizar objetos, gestos y expresiones faciales

Para que sea aún más divertido, utiliza diferentes objetos y juguetes, gestos y expresiones faciales: son estupendos para mantener la atención y dar significado a las palabras que le estás enseñando a tu hijo, para que sean más fáciles de recordar.

Los objetos y juguetes se pueden tocar con las manos. Si dices «cuchara» mientras sostienes una cuchara, tu hijo establecerá una fuerte conexión entre el objeto y su nombre. A los niños pequeños les encanta sostener o tocar cosas y también les gusta imitar tus movimientos.

Utilizar gestos (saludar, besar) y expresiones faciales (guiñar un ojo o poner una cara divertida) añadirá un elemento lúdico a sus actividades. Si dices «adiós» agitando la mano, la palabra es mucho más memorable.

5. No te dejes llevar por la gramática.

Su hijo ha cometido un error, como es habitual en todos los niños: ha construido una frase de forma incorrecta, ha dicho una palabra mal, ha utilizado el tiempo verbal equivocado. ¿Qué hacer? ¿Tengo que corregirle cada vez?

Mi opinión es la siguiente: no hay que prestar atención a los pequeños errores. En cambio, deja que tu hijo aprenda a hablar y a expresarse libremente.

Esto no significa que no haya que corregir los errores en absoluto. Sí, a veces. Pero no vuelvas a repetirle a tu hijo sin cesar que se ha equivocado. Si sigues reprendiéndole, perderá el interés por aprender inglés.