Aprende a guiar a tus alumnos para que soporten el peso sobre las manos con conciencia y consejos de posicionamiento de las manos para que eviten lesiones y ganen fuerza en la parte superior del cuerpo.
Los recién llegados al yoga suelen sorprenderse de la atención que los profesores prestan a los pies durante la clase. Después de todo, nuestros pies son nuestra conexión con la Tierra y la base desde la que crecen nuestras posturas de pie. ¿Pero qué pasa con las manos? Ellas también son la base de posturas como Adho Mukha Svanasana (Perro mirando hacia abajo), Adho Mukha Vrksasana (Parada de manos) y los demás equilibrios de brazos. Al igual que los pies, la forma en que tus alumnos utilicen las manos afectará a su equilibrio y sentará las bases para que la postura crezca desde sus raíces en la tierra.
Con un poco de conocimiento sobre la estructura de las manos y las muñecas (postura de los pulgares), los profesores también podrían informar a los alumnos sobre cómo utilizar correctamente las manos. No sólo la base de la postura será más estable, sino que toda la postura estará mejor alineada. Y, probablemente, lo más importante es que reducirán sus posibilidades de adquirir los molestos problemas de manos y muñecas que son cada vez más frecuentes cuando se carga más peso sobre las manos y los brazos.
Manos y pies
Las manos y los pies comparten huesos y músculos similares, y las manos, al igual que los pies, tienen incluso arcos. Hay diferencias, por supuesto, que reflejan las funciones especializadas de cada uno. Las estructuras del pie, por ejemplo, son considerablemente más fuertes y gruesas para soportar el peso, y la mano no tiene nada parecido al gran y fuerte calcáneo (hueso del talón) que está diseñado para absorber el impacto del talón contra el suelo al caminar. Además, las falanges (huesos de los dedos de las manos y de los pies) son cortas en los dedos de los pies, pero largas en los de las manos, lo que permite a los humanos realizar actividades finamente coordinadas, como tocar el piano o dibujar.
La mayoría de nosotros no podemos escribir o pintar un cuadro con los pies, pero sabemos que, con un entrenamiento especial, los seres humanos pueden aprender. Del mismo modo, soportar el peso de las manos no es algo natural, y puede causar problemas dolorosos en las manos y las muñecas, especialmente cuando los estudiantes empiezan a pasar mucho tiempo con las manos.
Esto explica por qué las quejas sobre el dolor de muñeca son comunes después de que un estudiante que es relativamente nuevo en el yoga comienza a practicar muchos ciclos de Saludos al Sol todos los días. Como en cualquier actividad nueva, aconseje a sus alumnos que empiecen a cargar las manos y los brazos gradualmente, comenzando con unos minutos cada dos días. Ese intervalo de 48 horas permite al cuerpo reparar y construir estructuras más fuertes, incluyendo músculos, ligamentos y tendones.
Enseñar a tomar conciencia en las posturas de carga
La forma de utilizar y colocar las manos mientras se soporta el peso también marca la diferencia. Adho Mukha Svanasana (postura del perro mirando hacia abajo) es una buena postura para trabajar la conciencia de las manos con tus alumnos. Comienza pidiéndoles que se fijen simplemente en qué parte o partes de la mano y de los dedos soportan la mayor parte del peso. A menos que ya hayan trabajado con atención la acción de sus manos, es muy probable que estén soportando más peso en los talones de sus manos que en las cabezas metacarpianas (base de los dedos donde se unen a las palmas). Esta tendencia a apoyarse en los talones de las manos añadirá más compresión, y eventualmente molestias, en las muñecas.
A continuación, invíteles a ponerse de manos y rodillas, con los talones de las manos bajo los hombros. Pídales que se miren las manos y que separen los dedos para que tengan el mismo espacio entre ellos. Los dedos deben salir rectos y largos de la palma de la mano y presionar activamente la base de cada dedo donde se une a la palma (uno de los dones del Perro mirando hacia abajo es estirar los dedos fuera de su posición habitualmente flexionada o enroscada). Desde la base del dedo meñique hasta la base del pulgar, estas articulaciones de los nudillos forman un semicírculo de puntos de contacto, y dentro de ese arco se encuentra el arco natural de la mano, que debe estar ligera y levantada del suelo.